En el bosque esclerófilo de la V región, Picaflor Gigante, Güiña, Rata y Chagual, junto a otras diversas especies, habitaban en equilibrio y armonía por los empinados cerros. Hasta que un día la llegada de una visitante muy curiosa, que buscaba amistad y disfrutar de la naturaleza, les llevó a enfrentarse a un inesperado viaje de aventuras y peligros.